7.6.13

Encuentro - Distinto (3)

Hace mucho tiempo atrás, tenía un amigo que me repetía que él sabía perfectamente a quién le dedicaba mis poemas... es más, él decía que conocía perfectamente a esa chica........ yo se lo negaba. Él, tiempo después, tuvo una historia con ella.... "¿Cuándo la conoció? ¿Cómo? ¿La vio antes que yo? ¿Cuándo se enamoró de ella?"... eran preguntas que nunca pude responder y que jamás me atreví a hacer... tampoco sé si importan demasiado.

De esto pasó mucho tiempo. Hace unos días nos volvimos a encontrar... él estaba de paso por esta olvidada ciudad y nos tomamos una cerveza para ponernos al día. Tras haber hablado de fútbol, trabajo, política y la vida misma, caímos en el tema "mujeres".... todo parecía ser un embudo que nos iba a llevar a un tema que, quizás, ambos queríamos evitar: ella.

- ¿La seguís amando? - Me preguntó él como invocando su presencia de la nada.

- ¿A quién? - Le pregunté.

- Vamos, los dos sabemos de quién hablamos... yo ya te lo dije: me dí cuenta hace mucho tiempo de que vos también la amabas.

- Sí, lo sé... no te voy a mentir, ya no tiene sentido... era ella, pero ya no... no siento nada por ella.

- ¿Alguna vez se lo dijiste? ¿Le dijiste lo que sentías? ¿Que siempre fue ella, cada escrito, cada dibujo, cada canción... siempre fue ella?

- No, jamás. ¿Y vos? Quiero decir... me imagino que algo así le dijiste, pero me refiero a que si le contaste de mí.

- No, pero imagino que ella lo sabe...

- Gracias, es bueno saber que hay ciertos códigos entre nosotros.

- jajaja... ¡ME OFENDE! ¿Lo dudaste alguna vez?

- Convengamos que ella siempre te pudo, incluso al punto de cambiarte cualquier código.

- Dejémoslo ahí. ¿Así que la superaste?

- Ya lo dijo Lawrence Durrell: "Hay sólo 3 cosas a hacer con una mujer. Se puede amarla, sufrir por ella, o convertirla en literatura"... yo creo que en la mayoría de los casos se hace una combinación de las 3. La primera y la segunda, la primera y la tercera, la segunda y la tercera, o las 3 juntas. Los 2 sabemos que hice, cuando menos, la segunda y la tercera.

- ¿Por qué nunca le dijiste nada?

- Porque ya conocía la respuesta. Vos también.... Y a veces, amigo, es mejor alejarse de la mina antes de intentar desactivarla.... En serio, hoy creo que fue lo mejor. Ella me regaló inspiración, yo le regalé mis palabras y mi voz.... Y al final del día, la pregunta es: ¿quién puede perder lo que nunca tuvo? - El tema quedó ahí. De la pizza no quedó ni rastro y de las cervezas menos. Pagamos, nos despedimos con un fuerte abrazo y nos fuimos cada uno por nuestro lado. Lejos, muy lejos; siendo distintos, muy distintos; pero conscientes de que habíamos amado a la misma mujer.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. El amor y el destino suelen jugar malas pasadas a veces.
    Me gustó mucho como escribis.
    Un saludo.

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