"- No tiene utilidad volver a ayer, porque entonces era una persona distinta."
Fragmento de "Alicia en el País de las Maravillas" de Lewis Carroll
Confieso que me encanta el idioma español, conozco bastante de otros idiomas, pero el español no deja de deslumbrarme. Una palabra que siempre me gustó, por varios motivos, es "sirimiri", una palabra que aparentemente pertenece a una región particular de España, pero que incorporó la RAE, y que sería una especie de llovizna, una lluvia continua y copiosa, abundante, pero de gotas muy pequeñas, casi imperceptible. Sirimiri es una palabra que deriva de una onomatopeya, por eso la sonoridad al pronunciarla -lo que, para mí, la hace más atractiva-, es una palabra con cierto brillo que alude a un fenómeno usualmente gris.
En mi habitación hay una ventana que está a la altura de una luminaria de la calle, una luz antigua, dueña de un resplandor ámbar que rebota en el espejo (frente a la ventana) y se diluye en el cuarto. La noche tiene, en esta ciudad, una orquesta de sonidos particulares, que a determinadas horas, cuando la calma gobierna, se vuelven susurro en el oído de quienes quieren oír. Hay noches en las que el murmullo de la llovizna se suma al susurro de las sombras y, a unos pocos, nos regalan una sinfonía de recuerdos.
Hundido en la oscuridad, mirando al espejo devolver ese horrendo resplandor, oyendo la misma triste sinfonía, pensé: "Sirimiri en la calle" y al instante vinieron a mí recuerdos que me dibujaron una leve sonrisa a mano alzada para después borrarla con el codo. De buenas a primeras, otra sonrisa apareció flotando en el aire, luego una silueta apenas visible se materializó detrás de ella, y sentada en la ventana, sosteniendo un libro entre sus rodillas, ella me dijo despacito, citando una obra de Carroll, "Y si dejara de soñar contigo, ¿qué crees que te pasaría?", y entonces desapareció.
Así, hay noches en las que sobrevivo a la ambigüedad de extrañar a una mujer y a la vez desear no haberla conocido nunca. ¿Se puede extrañar a alguien mientras se desea que no vuelva jamás?
"Mala memoria, la que sólo funciona hacia atrás" (Lewis Carroll en su novela "A través del espejo")
Sirimiri
I
Sirimiri en la
calle y una luz en el espejo,
tu recuerdo en mi
ventana,
goteando tu triste
reflejo,
me dibuja en su
estela tus labios, un beso,
tus deudas impagas
y mis anhelos
ilesos.
II
Niegas tus
palabras y me golpea su peso,
yo las repaso en
mi alma
y tú sabes que no
quiero.
Aún queda la
sonrisa que cae de mis dedos
sobre esta cama
blanca,
con grafito por
cuerpos.
III
Sirimiri en la
calle, ausencia en el espejo,
plegaria hecha
lágrima,
sudor hecho de
sueños.
Futuro y planes en
las tumbas del recuerdo,
la mujer que me
amaba:
espejismo en el
desierto.
IV
Alianzas entre ratas,
un grito hecho trueno.
Esas imágenes que matan,
celebran que esté
muerto.
Promesas baratas
que, juraste, eran del cielo,
se deshicieron con
el agua,
se esparcieron por
el suelo.
V
Sirimiri en la
calle y una Alicia en el espejo,
el pasado que me
atrapa
en un mundo que no
tengo;
un ángel que
colgaba, abriéndome el infierno,
aquel reloj que se
guardaba
robándome hasta el
tiempo.
VI
Sirimiri en la
calle, la oscuridad en el espejo,
hay una luz sobre
mi cara
¿Cómo es que aún
no me veo?
Será que no hay
más alma, queda sólo el cuerpo,
y un fantasma que
te extraña,
mas no te quiere
ver de nuevo.
Besos y abrazos
varios, según la ocasión.
NACHO